LA MISA CELEBRADA CON PARTICIPACIÓN DEL PUEBLO
Por «Misa celebrada con participación del pueblo» se entiende la que se celebra con participación de los fieles. Conviene que, mientras sea posible, sobre todos los domingos y fiestas de precepto, tenga lugar esta celebración con canto y con el número adecuado de ministros; sin embargo, puede también celebrarse sin canto y con un solo ministro.
Conviene que ordinariamente asistan al sacerdote celebrante un acólito, un lector y un cantor: esta forma, en lo que seguirá, la denominaremos «típica». Sin embargo, el rito que a continuación se describirá prevé también la posibilidad de un mayor número de ministros.
En cualquier forma de celebración puede estar presente un diácono, desempeñando su propio oficio.
Prepárese también:
Lo que se ha de preparar
Cúbrase el altar al menos con un mantel. Sobre el altar, o cerca del mismo, colóquese un mínimo de dos candeleros con sus velas encendidas o incluso cuatro o seis, y si celebra el Obispo de la diócesis, siete. También sobre el altar o cerca del mismo ha de haber una cruz. Los candeleros y la cruz pueden llevarse en la procesión de entrada. Sobre el altar puede ponerse, a no ser que también éste se lleve en la procesión de entrada, el libro de los evangelios, diverso del libro de las restantes lecturas.
![]() |
Altar preparado para celebración con el Obispo diocesano |
Prepárese también:
a) Junto a la sede del sacerdote: el misal y, según convenga, el librito de los cantos.
b) En el ambón: el libro de las lecturas (Leccionario)
c) En la credencia: el cáliz, el corporal, el purificador, la palia, si se usa, la patena y los copones si son necesarios con el pan para la comunión del sacerdote, de los ministros y del pueblo; las vinajeras con el vino y el agua, a no ser que lo vayan a ofrecer los fieles al momento del ofertorio; la patena para la comunión de los fieles y todo lo que se hace falta para la ablución de las manos. Cúbrase el cáliz con un velo, que podrá ser siempre de color blanco.
En la sacristía, según las diversas formas de celebración, prepárense las vestiduras sagradas del sacerdote y de los ministros:
a) Para el sacerdote: el alba, la estola y la casulla.
b) Para el diácono: el alba, la estola y la dalmática. Esta última, por necesidad o por grado inferior de solemnidad puede, omitirse.
c) Para los demás ministros: albas u otras vestiduras litúrgicas legítimamente aprobadas.
Todos los que usan el alba, empleen el cíngulo y el amito, a no ser que se provea de otra manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario